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Revista Española de Cardiología, publicación oficial de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), es una revista de ámbito internacional dedicada a las enfermedades cardiovasculares que, sin duda, va por buen camino. La aparente y posible dualidad que clásicamente se venía produciendo al defender, por una parte, «nuestra» Revista como el foro natural de expresión científica de los miembros de la SEC y, por otra, al aspirar a convertirla en una prestigiosa publicación científica «internacional» ha sido, al fin, superada y todos entendemos ya que nuestra Revista es, en realidad, una revista internacional. Este proceso de maduración se ha ido produciendo de forma gradual, fundamentalmente durante la última década, pero es preciso que nos sigamos sintiendo plenamente comprometidos con esta aspiración para mantener el rumbo de Revista Española de Cardiología en cada nueva singladura.
Revista Española de Cardiología ha evolucionado de forma admirable durante sus ya 57 años de existencia, logrando escalar los peldaños necesarios para situarse entre las más prestigiosas revistas biomédicas de la especialidad. Este meritorio y laborioso proceso1-6, que ha requerido continuas mejoras técnicas para cumplir rigurosos estándares de calidad, ha tenido algunos hitos fundamentales, entre los que destaca su inclusión en Index Medicus, EMBASE/Excerpta Medica y Current Contents. Sin embargo, probablemente sea la obtención del factor de impacto (impact factor)6 según el Journal Citation Reports el hecho más valorado por los distintos grupos de investigadores que trabajan en el área cardiovascular, ya que, actualmente, publicar en Revista Española de Cardiología es, sin lugar a dudas, «científicamente rentable». Este popular índice bibliométrico simplemente refleja el grado en que los trabajos aceptados por una determinada revista son citados por los autores que publican sus estudios en el prestigioso y selecto club del Science Citation Index, al cual también pertenece Revista Española de Cardiología. En otras palabras, las aportaciones científicas publicadas son a su vez utilizadas por otros investigadores como puntos de apoyo para seguir avanzando con confianza en sus respectivas áreas de interés y, así, el impact factor representa una forma ampliamente aceptada de valorar el prestigio científico de una publicación. Hoy día todos los investigadores reconocen que al publicar en Revista Española de Cardiología no sólo consiguen divulgar eficientemente los resultados de sus trabajos entre los investigadores de nuestro país y en el resto de los países de habla hispana (desde hace años la Revista es líder entre las publicadas en español en el área cardiovascular), sino que, además, consiguen una importante repercusión científica internacional, de la que antes sólo podían enorgullecerse cuando lograban la aceptación de un trabajo original en alguna de las más clásicas revistas anglosajonas de la especialidad.
Todavía no sabemos bien cuál es el «espacio natural» de Revista Española de Cardiología con respecto al resto de las publicaciones científicas internacionales del ámbito cardiovascular. Sólo la evolución y sedimentación de los diferentes marcadores bibliométricos durante los próximos años nos permitirá conocer dónde nos situamos y a qué metas podemos y debemos aspirar. Lo que sí sabemos con total seguridad es que éste es un proceso dinámico, que refleja con una cierta latencia estrategias editoriales previamente adoptadas, y que es preciso seguir trabajando entre todos para consolidar el valor científico de Revista Española de Cardiología1-3,6. Una visión pragmática de este esfuerzo común es citar activamente artículos recientes publicados en Revista Española de Cardiología en los nuevos trabajos de investigación. Esta postura no sólo demuestra la madurez necesaria para reconocer el valor de publicaciones relacionadas o afines (frecuentemente realizadas desde nuestro entorno, con el que parece pertinente establecer comparaciones y valorar diferencias), sino que claramente retroalimenta e impulsa el caudal científico de la Revista haciéndola cada vez más atractiva para lectores e investigadores.
El reto real que supone tener una revista tan atractiva es que seamos capaces de elegir lo mejor de entre lo bueno, y esto no siempre es fácil. De hecho, nuestra responsabilidad como editores será cada vez mayor, ya que ahora se nos debe exigir ser capaces de seleccionar los mejores trabajos científicos de entre los cada vez más numerosos e interesantes manuscritos que nos son remitidos para valoración. En esta tarea es trascendental la continua y nunca suficientemente valorada labor del Consejo Editorial, del Comité Editorial y de los diferentes «colaboradores» de Revista Española de Cardiología. La valoración de los trabajos por pares de expertos independientes, incluso aceptando sus posibles limitaciones, es unánimemente reconocida como la mejor herramienta de que disponemos para conseguir la excelencia dentro de este meticuloso proceso. En este sentido, también es preciso señalar que el porcentaje de aceptación de contribuciones originales en Revista Española de Cardiología ha experimentado un cambio radical en tan sólo 6 años, pasando desde un 70 a un 40%, y que, por tanto, es necesario interpretar en su justa medida el significado de un artículo rechazado7. Simplemente no podemos publicar todos los buenos trabajos que nos envían, nos vemos obligados a seleccionar, y acertar en dicha selección constituye el gran reto de evaluadores y editores.
Otros problemas que cada preocupan vez más a la comunidad científica internacional afectan a aspectos de conflictos de interés, autoría, publicaciones redundantes, etc.5, y en este sentido adaptaremos la Revista diseñando las adecuadas políticas editoriales.
Tampoco podemos olvidar la trascendental labor de formación continuada que hasta ahora ha realizado Revista Española de Cardiología. Así, los editoriales, los comentarios editoriales, las controversias, los artículos de revisión y las puestas al día han suscitado con frecuencia la atención preferente de nuestros lectores. En ellos siempre se han encontrado opiniones cualificadas y revisiones en profundidad de aspectos candentes de la cardiología en cada momento. En un tiempo en que la SEC se está abriendo cada vez más a todos los profesionales sanitarios interesados en el área cardiovascular, mantener la calidad de esta labor educativa es otro de nuestros principales objetivos.
Hoy todas las revistas biomédicas se encuentran en un continuo proceso de adaptación a las nuevas exigencias de la comunidad científica. Así, la inmediatez exigible a las consultas bibliográficas ha supuesto una auténtica revolución con la brusca irrupción de las ediciones electrónicas, que han ganado un claro protagonismo como principal vehículo de difusión de la información científica, y todavía no está claro si la versión en papel (con sus inherentes problemas de producción y distribución) logrará sobrevivir en esta nueva era. En este sentido, otro reto que también consideramos ya ineludible es la modificación de la organización de la secretaría de redacción para permitir asumir gradualmente un soporte de comunicación exclusivamente electrónico. En un tímido primer paso, cuyas consecuencias ya estamos valorando, hemos estimulado a todos los evaluadores a utilizar el soporte electrónico (actualmente el 90% sigue utilizando correo ordinario con papel) como medio básico para realizar sus evaluaciones y para comunicarse con nosotros con mayor agilidad. Sin embargo, el cambio a un sistema de recepción, valoración y edición totalmente electrónico que permita a los autores, evaluadores y editores interaccionar con fluidez es imperativo a corto plazo para poder competir con otras revistas que ya lo están facilitando, pero todavía requiere profundos cambios y nuevos esfuerzos de infraestuctura y logística, tanto en nuestra redacción en la Casa del Corazón como desde el punto de vista editorial.
Revista Española de Cardiología, en su apuesta por consolidar su prestigio internacional, ha comenzado recientemente con la publicación íntegra en inglés de su versión on line8. Este nuevo reto ha incrementado exponencialmente el trabajo editorial, y para mantener la calidad y conseguir la uniformidad requerida dentro de esta ingente labor de traducción especializada, hemos apostado por crear una nueva figura dentro de la Revista dedicada, específicamente, a la supervisión de toda la edición inglesa on line de Revista Española de Cardiología.
Finalmente, es oportuno resaltar y agradecer los esfuerzos realizados por los editores anteriores, que han enriquecido Revista Española de Cardiología, cada uno a su manera, pero manteniendo una clara coherencia y orientación que ha permitido encauzar a la Revista en su trayectoria actual. Para nosotros, Xavier Bosch ha sido un gran maestro en esta nueva asignatura, en la que es vez cada más necesaria una creciente profesionalización y dedicación. Desde aquí expresamos nuestro profundo agradecimiento, sumándonos así a la sentida ovación que mereció el día de su despedida como editor. Es indudable que recogemos el testigo de Revista Española de Cardiología en un momento de crecimiento y expansión. Nuestra ilusión y esfuerzo siempre apuntarán a mantener las actuales tendencias pero, al mismo tiempo, tendremos exquisito cuidado en consolidar lo que tan laboriosamente se ha ido consiguiendo. Para el actual equipo editorial es un aval inestimable contar con el apoyo de toda la Junta Directiva de la SEC para garantizar la independencia editorial de la Revista, aspecto imprescindible para conseguir una correcta gestión de ésta tanto desde el punto de vista editorial como científico.
Año nuevo, tiempo de cambio. Avanzar es la mejor forma de plasmar los cambios, trabajando tanto para consolidar nuestra trayectoria como para alcanzar nuevos objetivos. Es ya un tópico decir que el camino se hace al andar pero, por lo conseguido hasta ahora, sabemos de la importancia de caminar juntos.
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